martes, 23 de julio de 2013

Hitotsume Kozou



Hay un refrán español que dice que cuatro ojos ven más que dos; imagino que de la misma manera, dos ojos ven más que uno. Lo que me pregunto es si ven mejor.
Entenderéis lo que quiero decir cuando os cuente la historia de los Youkai.
Los “Youkai” son criaturas de la cultura japonesa que poseen parte de animal y parte de humano. Son generalmente más poderosos que los seres humanos, y debido a esto, tienden a actuar con arrogancia sobre los mortales.
Algunos youkai simplemente evitan a los seres humanos, lo cual hace que no se generen demasiados problemas; generalmente habitan áreas aisladas lejos de viviendas humanas.
Hoy os presento uno  de los youkai más famosos de Japón. Es Hitotsume kozou. 


Los Hitotsume kozou son niños youkai de un solo ojo, aparentan unos diez años de edad, pueden recordarnos también a un pequeño monje budista. Sin embargo, su característica más llamativa y distintiva es la de tener un solo ojo gigantesco en el centro de la cara.

En un lugar de la provincia de Okayama hay una cuesta llamada “Hitokuchizaka”(una cuesta con una boca). El origen de este nombre se debe a la aparición de un Hitotsume kozou que  asustaba a las personas por la noche, una vez que la persona se desmayaba, le lamía la cara con su larga lengua.

En el Rakugo (cuentos cómicos tradicionales) hay una divertida historia sobre un Hitotsume kozou. En la época Edo había un hombre ambicioso que quería atrapar un Hitotsume kozou para convertirlo en una atracción de feria. Se fue al bosque y después de mucho buscar encontró uno. Pero cuando intentó cogerlo, éste gritó. De repente y sin saber cómo,  se dio cuenta  de que estaba rodeado de “personas” con un solo ojo diciendo “¡Qué raro es este hombre!! ¡Tiene dos ojos!!!! ¡Vamos a usarlo como espectáculo!”.



Una leyenda de la región de Kantou cuenta que el Hitosume kozou visita las casas con un cuaderno en la mano para apuntar las faltas que hay en cada casa, y luego se chiva al dios de la mala suerte el cual prepara todo tipo de desgracias dependiendo del grado de la falta.

El único y gran ojo del Hitosume kozou parece ser muy útil para centrar la visión en aquellas cosas que requieren una gran concentración visual, posiblemente por ello son muy buenos haciendo su “trabajo”.
Se piensa que un encuentro con un Hitotsume kozou es como un mal presagio. Pero hay muchas  maneras para evitarlo. Una de estas maneras consiste en colgar sardinas secas con los ojos atravesados por un palo. 
Esta forma de preparar las sardinas se llama "Me zashi". Los Hitosume kozou no soportan ver a ningún animal con los ojos atravesados y huyen del lugar.
Pero además de servir para espantar a estos seres, el Me zashi es muy rico y acompaña muy bien con el sake.
Y esta es la forma de hacerlo:


Echar sal a las sardinas y dejarlas unos 40 minutos.


Luego se atraviesan por los ojos, como veis, un palillo tipo pincho moruno nos servirá.


Se dejan secar durante unas 8 horas.



Ahora podemos estar seguros de que si había algún Hitotsume kozou rondando, se habrá ido. Ya podemos asar tranquilamente nuestra  rica tapa de Me zashi.